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En Colombia se encuentran objetos decorativos únicos y coleccionables tejidos en Werregue, una fibra de palma natural altamente resistente y versátil. Gracias a un tejido, colores, y forma hechos a mano, estos tienen un estilo icónico.
Estas piezas son elaboradas completamente a mano por la comunidad indígena Wounaan , que usan técnicas tradicionales para cultivar la palma, extraer su fibra y tejer las piezas.
El Wérregue, Werregue o Weguer, pronunciado veguer en la lengua indígena de la comunidad Wounaan, es usado para crear una variedad de canastos y productos con diseños geométricos y orgánicos de diversos significados.
Las artesanías en werregue se elabora con una fibra natural que viene de las hojas de la palma de werregue, una palma selvática altamente resistente y versátil. Las mujeres crean el hilo y diseñan las artesanías, mientras que los hombres son quienes obtienen la planta, que es la materia prima.
La palma de werregue crece entre manglares donde el agua es baja y tienen un tronco cubierto en espinas que llega hasta los 20 metros de alto, y tradicionalmente es cultivada durante la luna menguante, después de un ritual para pedir permiso para su extracción.
Tradicionalmente, los hombres de la comunidad talaban la palma de werregue; sin embargo, hoy en dia obtienen el cogollo y las hojas sin derribar la palma de werregue. Esto protege a la especie de palma al igual que la labor artesanal de la comunidad a largo plazo.
Como el resto de procesos son manuales y hacen uso de material orgánico vegetal como plantas y semillas, es un producto 100% sostenible y amigable con el medio ambiente.
El hilo es creado a mano por las mujeres de la comunidad. Las hojas son cortadas, separándolas en tiras y fibras, con 2-8 hilos de grueso. Estos se cocinan para curarlos contra hongos y aumentar su resistencia. Aunque los hilos también se usan con su color natural, se cocinan con tintes vegetales cuando quieren darles color.
El uso de color fue el resultado de la influencia de monjas misioneras capuchinas, que los aconsejaron para expandir sus diseños con color.
Los colores distintivos de las artesanías en werregue se dan con el color natural de la fibra y con el uso de distintos tintes vegetales, que la comunidad extrae de la selva:
Las fibras se cocinan en agua con el tinte natural respectivo, revolviendo con un palo de madera, y se dejan remojar por 30 minutos para fijar el color. Para probar el color, se le echa limón, sal o alumbre, y si el color se desvanece, quiere decir que el color ha llegado a su saturación ideal, y que debe bajarse la fibra del fuego antes de dañarse. Luego, los hilos son lavados y se dejan secar al sol al sol para realzar su brillo y aumentar la durabilidad de la fibra. Como acabado, los hilos se frotan y se brillan.
La tradición del trabajo con werregue se preserva y se pasa de generación en generación dentro de la comunidad Wounaan o Waunana. El tejido se vuelve la forma de registrar su visión del mundo, y en la enseñanza de esta tradición, se pasan las historias y cultura a los jóvenes.
Los wounaan viven a orillas del río San Juan, entre los departamentos de Chocó y Valle del Cauca, en Colombia, y en la comarca Emberá-Wounaan de Panamá.
La tradición de diseño y elaboración de objetos aparte de continuar su herencia étnica, sirve como sustento para las comunidades, siendo parte integral del comercio con otras culturas.
Existen una variedad de objetos de arte, desde los canastos tradicionales hasta piezas únicas con pocos ejemplares. Algunas de las variedades artesanales más comunes son:
Cada producto se distingue por ser una pieza única, debido a sus materiales orgánicos, al proceso manual, y la variedad de diseños de los objetos y de las figuras representadas. Son usados para la decoración de hogares, y como parte de las colecciones de objetos decorativos étnicos de coleccionistas privados.
El canasto de werregue es un producto íconico Colombiano, y el más representativo de los productos elaborados en este material. Está caracterizado por una silueta elegante y ovalada y las representaciones de patrones representativos de la historia y emociones de la comunidad.
Debido al proceso de elaboración, y a los retos estructurales, generalmente los canastos más grandes tienen un valor considerablemente más elevado al de los canastos pequeños. Otros factores que afecta esto son la simetría, qué tan compacto es el tejido, y la definición de los patrones que los adornan.
Los canastos de werregue se tejen con el hilo de la palma. El proceso manual tradicional consiste en crear cordón como "alma" o soporte estructural de la pieza; luego se enrolla con un hilo más delgado y sobre este marco se tejen la base, en el caso del canasto, y luego las paredes, tejiendo de abajo hacia arriba. Usan una técnica de tejido en espiral, alternando hilos con colores para crear las figuras y patrones distintivas.
Para elaborar las piezas, los artesanos se conectan con el territorio donde siembran y cultivan la palma, con la tierra natal de la comunidad, y donde están ahora.
Los diseños distintivos de patrones y figuras geométricas, zoomórficas y antropomórficas son elementos distintivos del tejido en werregue. La forma de la figura es definida por la técnica de tejido en espiral, ya que la forma y el color depende de la incorporación de los hilos tinturados.
El estilo visual que diseñan las artesanas Wounaan tiende hacia figuras determinados por líneas rectas y verticales, que salen desde la base hacia afuera y hacia arriba. Como las figuras están hechas con hilos y no son pintadas sobre la superficie, la ilusión de curvas y movimiento se da con la habilidad de las artesanas de calcular la posición y extensión de cada hilo. En esto, es similar al pixel art, que logra complejidad, forma y movimiento con limitaciones estrictas.
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Las figuras representadas en los jarrones y otras piezas hablan de varios temas,
En su arte quedan registradas la historia y la cosmovisión de la comunidad, de la selva, y sus valores. Es la forma de transmitir este conocimiento a las siguientes generaciones, ya que no poseen una escritura propia.
Un motivo usado con frecuencia expresa las lágrimas de nuestra madre tierra, representadas por un patrón horizontal de líneas verticales, que hablan de como la lluvia viene de la naturaleza que está llorando, para luego tranquilizarse cuando seca sus lágrimas y está contenta nuevamente.
Otro motivo común es la espiral, que es en esencia un camino, que habla de la purificación y de la abundancia. Está presente constantemente, en el alma estructural de los canastos, en la técnica de tejido, y en algunos casos hace parte del patrón gráfico de la obra.
Entre los productos más recientes está la joyería de werregue, que aplica las mismas técnicas de tejido a los accesorios personales.
En este tipo de joyería, se usa una estructura base, similar al alma de los canastos, para dar forma al arete o pulsera, y se cubre en fibra de werregue, entramando los patrones decorativos. Esto resulta en piezas poco usuales, muy diferentes de la joyería en metal y resina modernas.
La joyería en werregue lleva una cualidad artesanal y ligera, con un aspecto distintivamente local.
Casa Chiqui cuenta con una variedad de Werregues , con diseños únicos y tamaños especiales. Manejamos diseños inusuales e innovadores, y canastos gigantes que son escasos y difíciles o imposibles de encontrar. Trabajamos de cerca con las comunidades indígenas del chocó, gracias a una alianza que hemos cultivado durante años, colaborado en la elaboración, diseño, y apoyo de su obra para el sustento de la comunidad.
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